Unos ciberdelincuentes han inoculado un peligroso ransomware: si el ayuntamiento paga 100.000 euros, liberarán todos los sistemas que controlan


     Desde hace dos semanas unos hackers han decidido sembrar el caos en toda la localidad para conseguir un importante rescate económico: ni más ni menos que 100.000 euros en bitcoins. Esa es la cantidad que le solicitan al consistorio de la ciudad para acabar con el secuestro online, donde están afectando ordenador a ordenador para tratar de conseguir su recompensa monetaria.

     En el año 2017 la NSA perdió el control de la “herramienta” llamada “EternalBlue”, la cual fue robada por hakers de Korea del Norte, Rusia y recientemente, por China, dejando millones de dólares en daños.

     No solamente ha sido Baltimore la afectada, los expertos de seguridad dicen que el virus ha alcanzado un alto nivel de desarrollo, y los ciberdelincuentes se están enfocando en los sistemas de pueblos y ciudades nortemaericanos más vulnerables, desde Pennsylvania hasta Texas, paralizando a la gobernación local y aumentando los costos en  perdidas.


     El principal problema es que este tipo de ataque no está afectando simplemente a usuarios que pierden el control de sus ordenadores, sino que también golpea directamente a los sistemas críticos de Baltimore: policía, empresas que gestionan la luz, el agua o el gas e, incluso, el gobierno municipal de la ciudad se han visto afectados por el ataque. De hecho, los trabajadores del ayuntamiento de Baltimore no pueden ni siquiera utilizar su correo electrónico.


Servicios fundamentales en estado crítico

     Miles de sistemas fundamentales están requiriendo de gestiones manuales para operaciones tan informatizadas que están provocando retrasos y problemas de todo tipo. “Nuestro objetivo es volver a poner en línea los servicios críticos, y hacerlo de una manera que garantice que mantengamos la seguridad. Pero es posible que nuestros sistemas más complejos tarden meses en recuperarse”, asegura el alcalde de Baltimore, Bernard C. Young.

     De momento, más de 10.000 ordenadores en toda la ciudad se encuentran bajo el control de los hackers, que piden 13 bitcoins (unos 100.000 euros, al cambio) para detener el ataque y devolver el control de sus sistemas operativos a la ciudad. Baltimore ya ha anunciado que no tiene ninguna intención de pagar, mientras continúa trabajando por tratar de frenar esta complicada situación. La guerra sucia ya no se juega en las calles, sino desde la silla de un ordenador.

Autor: The Economics Times, El Confidencial

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